sábado, 2 de enero de 2010

Carta a una princesa

¿Recuerdas el primer encuentro?

A mi aun me da vueltas en la memoria, te veías tan sonriente, tan linda, cálida y familiar a pesar de que nunca antes nos habíamos visto, me mirabas de vez en cuando mientras yo te veía un poco mas, pero fue el candor de tus palabras lo que me orillo a quererte cerca, te sentaste a mi lado y me trataste como si nos conociéramos de siempre y mi timides se disfrazó de seriedad, a veces solo era una pantalla de humo similar a una cortez correspondencia, pero tu viento se me quedaba impregnado por todos lados.

¿Lo recuerdas?

Tu tacto me lleno el cuello y me estremecí al contacto, el mundo dio vueltas, cerré los ojos para ocultarlo mientras luchaba con todas mis fuerzas para impedir que una sonrisa me traicionara mostrando el gusto que sentía por tener tu atención para mi y me perdí en un mundo artificial...

No se que noche deje de dormir para no soñar y divague en tu recuerdo, no se en que momento pensé en ti con seriedad y entre mis tormentosos deseos te di el nombre de Julieta...

Ey Julieta, no mires a este Romeo encadenado, porque aunque quisiera probar un beso de tus labios, le soy fiel al sentimiento tan bello que desbordo por mis grilletes...

Ey Julieta, sonrieme con inocencia, pues aunque mi mano se te muestre amiga, si me insitas con una risa diferente motivas a mi pecho a quererte un poco mas cerca, y no hermosa princesa debo aceptar que mis grilletes hoy son alas para mi y las quiero sobremanera, hoy soy un Romeo que vuela y te mira desde el cielo, eres aun mas hermosa y linda por intocable.

Preciosa... hermosa princesa guarda este secreto mio y dejemos que el viento quede en silencio para que te abrace como yo nunca me atreveré a hacerlo.